La sorpresa fue lo mejor de la pesca

Salimos a probar como estaba la pesca, pero nos encontramos con el agua demasiada clara y la picada estaba bien difícil. Así y todo pudimos sacarle el límite de rabirrubias, ya que cuando dijeron a picar, nos divertimos como unos niños. Pero la sorpresa del día fue un Pompano Africano lindísimo, que me dio una pelea fenomenal. Lo disfrute muchísimo, tanto en la vara y después a mano recogiendo el reinal largo. Aquel animal daba buenas fusiladas y bajaba a media agua donde se viraba de lado y era como subir una tabla. El bichero al fin le dio la bienvenida y admiramos a este lindo trofeo brillando como un espejo por el resplandor de su cuerpo. La verdad es que no nos rendimos en ningún momento, aparte de cómo lucia la cosa al principio.

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El Cajil