Cuando pienso en pescar un Pargo de talla grande.

Me imagino el momento exacto cuando empieza la pelea. La vara de pronto se joroba de tal forma que la punta casi toca el agua. El carrete chillando violentamente con tanta fuerza que hasta la banda del barco se estremece. Ese susto es el que estaba esperando y me hace llegar a la vara con un salto. Con fuerza la saco del porta varas y la presión me la quiere arrebatar de las manos.

Recojo rapido para darle un buen enganche y acto seguido me vuelve a sacar linea, y es cuando puedo parpar su gran tamaño. Con desespero le doy a la palanca y gano algo, pero me da una larga corrida que me pone el corazón en la garganta, estoy pensando que está muy cerca del coral y me puede partir con solo pulgadas.

Me entra una bravura, cuando veo que me está ganando y le meto con todo. Estoy en el punto de lograr virar le la cabeza y de romperle el espíritu, pero también estoy con menos energía. Me repongo con ánimo, y ahora tengo la delantera. En el medio de todo, disfruto del momento y me doy cuenta que le gane la pelea, de a tu por tu. Esto es lo que visualizo y vivo, pescando grandes pargos criollos. Estén al tanto del video para que vivan este pedacito conmigo.

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El Cajil